El embrague del automóvil está diseñado para conectar suavemente la caja de cambios al motor, en otras palabras, le permite asociar el movimiento de las ruedas con la velocidad del motor. El pedal del embrague alivia la fricción y permite que el volante del motor se acople suavemente al eje de la transmisión para arrancar o cambiar. Un inicio suave del movimiento desde parado solo se puede lograr apretando correctamente el embrague.
Instrucciones
Paso 1
Todos los ejercicios de embrague en la etapa inicial deben realizarse estrictamente en línea recta, y las ruedas delanteras deben estar rectas.
Paso 2
Siéntese en el automóvil y asegúrese de que el automóvil esté en el freno de mano y en neutral. Luego, gire la llave de encendido y encienda el motor del automóvil.
Paso 3
Con el pie izquierdo, pise completamente el pedal del embrague y púlselo completamente. Ponga su pie derecho en el pedal del freno para que en caso de una pendiente en la superficie de la carretera, tenga tiempo de frenar a tiempo si el automóvil rueda hacia atrás o hacia adelante. Active la primera velocidad y suelte el freno de mano.
Paso 4
Empiece a soltar suavemente el pedal del embrague hasta que sienta el momento en que se activa. Preste atención a las lecturas del tacómetro: la flecha en el marcador debería parpadear y el número de revoluciones debería aumentar.
Paso 5
Bloquee su pie en esta posición y mueva su pie derecho del pedal del freno al acelerador para agregar rpm y ayudar al vehículo a moverse suavemente. Aumente lentamente el acelerador y continúe soltando el pedal del embrague con el pie izquierdo.
Paso 6
Después de soltar el embrague, puede agregar un poco de gas. Para cambiar suavemente la velocidad, debe soltar el pedal del acelerador y presionar simultáneamente el embrague, y luego mover la palanca de cambios a neutral. Luego, después de un breve retraso, mueva la palanca a la posición deseada. Con el pie izquierdo, suelte suavemente el embrague mientras pisa el pedal del acelerador.
Paso 7
Al cambiar de marcha, el embrague se puede soltar con un solo movimiento para evitar sacudidas del vehículo. Sin embargo, el pie izquierdo debe moverse sin levantarlo del pedal, en paralelo, presionando lenta y gradualmente el pedal del acelerador. Si aprieta el acelerador de repente, puede provocar un consumo excesivo de combustible y un rugido agudo del automóvil.