Recientemente, la producción de vehículos diésel se ha reducido drásticamente. La principal razón de esto fue el precio. Ahora el combustible diésel cuesta casi tanto como la gasolina, por lo que los propietarios de diésel decidieron vender su automóvil para comprar un automóvil con motor de gasolina.
Debido al aumento en el costo del combustible diesel, un automóvil de este tipo es casi imposible de vender. Además, el mantenimiento, la inspección y la reparación de un automóvil diésel cuesta mucho más que la reparación de un automóvil a gasolina.
Por supuesto, un automóvil diésel tiene sus propias ventajas sobre uno de gasolina. El conductor consume más gasolina en un 10-12%. Ésta es una diferencia bastante significativa. Si hablamos de camiones, llega al 50%.
Los estándares de seguridad contra incendios también son más bajos que los de gasolina, ya que el diesel es menos inflamable. Los automóviles diésel no son exigentes en su mantenimiento, operación y también tienen una alta confiabilidad. Los vehículos diésel modernos están equipados con componentes electrónicos que regulan de forma independiente el contenido de oxígeno en la mezcla. Hasta hace poco, solo especialistas altamente calificados podían realizar este trabajo.
Pero un motor de propulsión electrónica de este tipo también requiere combustible diesel de alta calidad. Pero la eficiencia también aumenta con esto.
Si en un futuro cercano la política de precios del combustible diesel no cambia, los autos diesel cederán por completo sus posiciones frente a los de gasolina. El pronóstico es bastante decepcionante, ya que el costo de la gasolina y el diesel son inversamente proporcionales entre sí.