Abrir cerraduras o puertas congeladas se convierte en un problema común para los propietarios de automóviles en invierno. Pero puede subir al automóvil por su cuenta, sin la participación de especialistas.
Es necesario
- - encendedor;
- - agua caliente en una botella de plástico;
- - líquido descongelador.
Instrucciones
Paso 1
Caliente la llave con un encendedor o un periódico encendido e insértela periódicamente en la cerradura de la puerta, girándola suavemente en una dirección u otra. Tenga cuidado de no romper la llave. También puede calentar la cerradura de esta manera, pero existe el peligro de estropear la apariencia de su automóvil.
Paso 2
Enrolle sus palmas en un tubo, colóquelas en la cerradura y sople a través de este tubo, tratando de abrir la cerradura cada treinta segundos. Puede comenzar a soplar en la cerradura sin usar las palmas. Y aquí lo importante es cuánto tiempo lo harás, no con qué intensidad.
Paso 3
Utilice cualquier líquido descongelador: WD-40, alcohol. Inserte el tubo delgado que viene con las latas de aerosol en la cerradura e inyéctelo. Luego inserte la llave e intente girar. La ventaja de usar tales fluidos es que contienen aceites que evitarán una mayor congelación del mecanismo. Pero después de abrir la cerradura, lubríquela.
Paso 4
Si las cerraduras se abren, la llave gira fácilmente y los botones para cerrar las puertas subieron, pero el automóvil no se abre, entonces la puerta se congela hasta la apertura. Para abrirlo alrededor del perímetro, golpee con el puño, tome suavemente el mango y tire de él varias veces. Luego toque y tire de nuevo. Solo ten cuidado, recuerda que este es tu auto.
Paso 5
Si su baúl se abre, cierre la tapa varias veces. Esto crea un colchón de aire en el compartimiento de pasajeros y aprieta las puertas desde el interior. Luego golpee nuevamente alrededor del perímetro y tire de la manija.
Paso 6
Llene una botella de plástico con agua caliente y viértala también alrededor del perímetro de la puerta. Necesitará varias de estas botellas. Después de abrir la puerta, límpiela a fondo para que no quede humedad en la superficie y no se congele aún más.