Si desea que su automóvil vaya más rápido y use el combustible de manera más eficiente, reemplazar el filtro de combustible será de ayuda. Puede hacerlo usted mismo, lo que le resultará mucho más económico que visitar un centro de servicio.
Necesario
- - Juego de llaves;
- - Jacobo;
- - Destornillador de cruz;
- - Alicates;
- - Destornillador plano;
- - Gafas de protección;
- - Guantes.
Instrucciones
Paso 1
Use gafas y guantes de seguridad. Prepara tus herramientas. Es recomendable utilizar productos de calidad comprobada, porque depende de cuánto tiempo funcionará su automóvil.
Paso 2
Levanta el auto. Esto se puede hacer con un gato y apoyar todas las ruedas. No confíe en un solo soporte, ya que esto puede ser muy peligroso.
Paso 3
Localice el filtro de combustible. Puede variar según el diseño del motor. Vale la pena comenzar la búsqueda cerca del tanque de combustible o debajo del cuerpo, ya que la probabilidad de encontrar una pieza allí es bastante alta. También puede leer el manual del usuario o llamar al centro de servicio para encontrar la respuesta a esta pregunta.
Paso 4
Retire la capa protectora que se aplica al filtro de combustible. La mayoría de los filtros están recubiertos de plástico para evitar daños mecánicos. Se puede quitar fácilmente con una llave o un destornillador.
Paso 5
Retire las líneas de combustible conectadas al filtro de combustible. Hay varias opciones para conectar estas mangueras a la bomba. Por ejemplo, estos pueden ser soportes o abrazaderas. Utilice un destornillador o una llave, lo que necesite quitar.
Paso 6
Cubra el agujero en la línea de combustible con un lápiz o similar y coloque un bote debajo. Desconecte el filtro de combustible del mecanismo, recordando cómo estaba ubicado. Lo más probable es que deba dirigirse desde el tanque de gasolina al motor. Lo más importante es recordar la dirección de las membranas en el filtro.
Paso 7
Instale un filtro de combustible nuevo. Tenga la seguridad de que está orientado igual que el anterior. Reinstale todas las piezas. Asegúrese de que no quede nada.