Al comprar un automóvil, casi todos los entusiastas de los automóviles se enfrentan a una elección: ¿qué caja de cambios elegir, mecánica o automática? Y si se deja la opción con una transmisión automática, ¿será una automática ordinaria o un variador? Hay varios puntos fundamentales que te permitirán distinguir una máquina automática de un variador y tomar la decisión correcta.
Instrucciones
Paso 1
Para comprender las diferencias fundamentales entre una transmisión automática clásica y una CVT, intentemos comprender su estructura.
El componente principal de una transmisión automática clásica (transmisión automática) es un convertidor de par, que coincide con el embrague de una transmisión manual, realiza directamente la función de cambiar de marcha y lo hace de manera oportuna, lo que sin duda reduce el desgaste del motor.
La transmisión automática también está equipada con un mecanismo de selección del modo de conducción, una unidad de control y supervisión y, de hecho, una caja de cambios.
Paso 2
Un variador es un tipo de transmisión automática.
Un rasgo distintivo de esta transmisión es la ausencia de etapas fijas, no hay primera, segunda, tercera, etc. marchas, cambia continua y suavemente la relación de transmisión. No hay cambios de marcha como tales, por lo que no hay sacudidas al arrancar y acelerar.
Las CVT tienen un número infinito de marchas, lo que permite que el motor funcione en los modos más favorables, ya sea que necesitemos la máxima potencia o, por el contrario, suavidad y el menor consumo de combustible.
Por lo tanto, los modelos con variadores se distinguen por una alta eficiencia, combinada con una dinámica muy decente.
Paso 3
Independientemente de la transmisión automática que elija un entusiasta de los automóviles, ya sea una "automática" clásica o un variador de variación continua, en cualquier caso adquirirá todas las ventajas de este tipo de transmisión.
En primer lugar, el estrés del conductor durante la conducción se reduce drásticamente, lo que aumenta la comodidad de conducción. Si antes, al tener una transmisión manual, el conductor prestaba parte de su atención al proceso de cambio de la marcha deseada, entonces con una "automática" toda su atención puede centrarse en la carretera, lo que garantiza una mayor seguridad.
En segundo lugar, el motor y el chasis del automóvil están protegidos contra sobrecargas, lo que prolonga su vida útil.
En tercer lugar, la transmisión automática permite que el automóvil se mueva con mayor suavidad; los golpes se excluyen tanto al cambiar de marcha como al arrancar.