El momento más peligroso para conducir en invierno es de noche y de mañana, en este momento es difícil ver el estado de la carretera y dar una valoración correcta de la situación. Y la prisa de la mañana, además de eso, obliga al conductor a exceder el límite de velocidad.
Cuando el conductor entra en la carretera con hielo y el automóvil comienza a patinar, la velocidad debe reducirse cambiando a velocidades más bajas, especialmente si el automóvil no tiene un sistema de frenos antibloqueo. Y en este caso, el volante debe girarse en la dirección del patinaje.
Durante el movimiento en una columna, es necesario mantener una distancia dos veces mayor que en tiempo seco. Es necesario tener en cuenta la longitud de la distancia de frenado y no pisar bruscamente el pedal del freno, esto es lo que más a menudo introduce al automóvil en un estado de derrape, lo que conlleva una pérdida de control sobre el vehículo y posteriormente un accidente.
Se recomienda a los conductores experimentados que estén acostumbrados a conducir largas distancias que pongan una bolsa de arena en el maletero. En primer lugar, aporta estabilidad al coche y distribuye la carga sobre los ejes. En segundo lugar, en caso de hielo, la arena siempre será útil.
Las secciones particularmente peligrosas de la carretera son lugares de constante movimiento y paradas del transporte público que, con su gran peso, hace que la carretera se congele y crea "surcos" debajo de ella, cayendo en los que el conductor puede perder el control instantáneamente. En invierno, al conducir por tales lugares, debe reducir la velocidad de movimiento y aumentar la distancia de movimiento tanto en el frente como en los lados del vehículo.
El invierno trae consigo menos horas de luz y los conductores tienen que usar los faros con más frecuencia. No olvide que es tan importante para el conductor ver la carretera y los vehículos que pasan como ser claramente visible en la carretera. Por lo tanto, la lente y las luces laterales deben mantenerse siempre limpias. Por la noche, especialmente en condiciones de poca visibilidad, son las luces laterales las que le dirán al participante en el movimiento las dimensiones del tráfico que se aproxima.
El respeto por todos los usuarios de la carretera es una parte integral del tráfico rodado. Cuando aparece un automóvil que se aproxima, la posición de los faros debe cambiarse de luz de carretera a luz de cruce, para no cegar al conductor y no provocar un accidente. Esto es especialmente cierto en el período otoño-invierno, cuando una carretera mojada por la lluvia y la nieve no solo conlleva la amenaza de patinar, sino que también se convierte en un reflector ideal para cualquier luz que ciegue a todos los usuarios de la vía.
Además, como seguridad adicional, puedes apuntarte a cursos especiales para mejorar la conducción en invierno.