Cuando un inspector de la Inspección de Tráfico del Estado detiene a un conductor, a menudo simplemente no sabe cómo comportarse en comunicación con un servidor de la ley. La calma y la paciencia son dos mejores amigos de un automovilista que lo ayudarán a salir de una situación difícil.
Instrucciones
Paso 1
Si el inspector lo detiene, intente encender la grabadora de voz y la cámara de video. En este caso, es recomendable fijar la fecha y hora de su parada. Recuerde que el oficial de la policía de tránsito debe presentarse y pronunciar su título. Teniendo una grabación, puedes estar tranquilo, porque el inspector que te detuvo no se comportará con arrogancia a la vista de la cámara, y más aún exigirá un soborno. Pregunte por su dorsal para garantías de seguridad aún mayores. Además, tiene todo el derecho de solicitar los documentos del policía de tráfico, y él debe mostrárselos cuando los solicite.
Paso 2
Muestre paciencia y cortesía, solo jugará en sus manos. Si le mostró al oficial de la policía de tránsito todos sus documentos, con los cuales todo está en orden, y no se notaron violaciones graves para usted, lo más probable es que pueda continuar en unos minutos. Actúa con naturalidad y calma. Recuerde que los agentes de la policía de tránsito se someten a un excelente entrenamiento psicológico durante el entrenamiento, y se dan cuenta fácilmente cuando un automovilista sentado frente a ellos comienza a asustarse o ponerse nervioso. Es muy posible que el inspector se dé cuenta de su nerviosismo y lo use en su contra. Incluso si tiene prisa y ya es imposible llegar tarde, concéntrese y cálmese, de lo contrario corre el riesgo de incurrir en problemas graves y pocas personas lo necesitan.
Paso 3
Si el inspector comienza a provocarle un conflicto, en ningún caso ceda. Compórtate con seguridad y tranquilidad, este tipo de comportamiento solo te conviene. Si el inspector está tratando de convencerlo de su culpabilidad y castigarlo, y usted sabe que no ha cometido ningún delito, explique al policía de tránsito su error apelando a los actos legislativos. A menudo, los agentes de la policía de tránsito comienzan a presionar psicológicamente al conductor, lo que atrae a uno o dos inspectores más al diálogo. Su tarea es resistir tal presión, sin prestar atención al comportamiento de los policías de tránsito.