La manta térmica es una manta especial que se coloca en el compartimiento del motor para cubrir el motor. Calentar el motor es su tarea principal. Pero no el único …
La manta térmica es un ayudante indispensable para el propietario de un automóvil en invierno
En primer lugar, es un excelente aislamiento del motor. El motor cubierto con una manta ahorra calor, no lo deja salir, por lo tanto se enfría más lentamente incluso en heladas severas.
En este caso, el capó del automóvil no se calienta y, por lo tanto, no derrite la nieve. Por lo tanto, el hielo no se acumula en el capó de su automóvil durante la noche y no tiene que rasparlo del automóvil por la mañana. Y la pintura del capó permanecerá intacta; después de todo, los cambios repentinos de temperatura la afectan de manera destructiva.
Además, el motor calentado por una manta no requiere calentamiento. Esto ahorra significativamente combustible y su tiempo, que solía gastar en calentar un automóvil que se congeló durante la noche.
Además, la manta térmica protege el motor de la suciedad y las partículas químicas nocivas que generalmente se acumulan debajo del capó, y a través del ventilador de la estufa también pueden ingresar al interior del automóvil.
Y una ventaja más: una manta gruesa es un excelente aislante acústico. Un motor cubierto es significativamente más silencioso, lo que también es importante para la sensación de comodidad.
Cómo elegir la manta térmica adecuada
Es mejor comprar una manta grande para que pueda llenar todas las aberturas del compartimiento del motor; de esta manera, el calor se retendrá con la máxima eficiencia.
A pesar de que el material está en contacto con partes calientes, no hay que temer un posible incendio: gracias a un material especial ignífugo (lana de mullita-sílice, tela de sílice e hilo de fibra de vidrio), la manta puede resistir temperaturas hasta + 1200 ° C.
Además, es respetuoso con el medio ambiente, no tóxico (es decir, no habrá olores extraños ni humos nocivos), resistente a los ácidos y álcalis y, en general, duradero. Sin embargo, para que todo esto resulte realmente cierto, y no promesas vacías, al comprar una manta, no olvide pedir mostrarle un certificado de calidad.