Los aceites sintéticos son compuestos orgánicos que se utilizan ampliamente como lubricantes para varios tipos de motores y mecanismos. A veces, los aceites sintéticos se pueden utilizar como fluido de transferencia de calor.
Instrucciones
Paso 1
Los aceites sintéticos se caracterizan por una curva de temperatura viscosa plana, baja volatilidad, resistencia a bajas temperaturas y, al mismo tiempo, resistencia al fuego, altas propiedades lubricantes, estabilidad química, térmica y resistencia a la radiación. En particular, la estabilidad química se expresa en el hecho de que al interactuar con otras sustancias durante el funcionamiento del motor, los aceites sintéticos no sufren oxidación, encerado y otros procesos que perjudiquen su rendimiento. La estabilidad térmica de los aceites sintéticos es su capacidad para mantener una viscosidad óptima en un amplio rango de temperaturas, lo que le permite arrancar el motor, por ejemplo, en clima frío, y luego trabajar a altas temperaturas a alta velocidad y bajo cargas pesadas.
Paso 2
Como muestra la práctica, las ventas de aceites de motor sintéticos alcanzan su punto máximo en otoño. Es en este momento, gracias a ellos, que es posible lograr las características necesarias a baja temperatura con menos esfuerzo. Además, en comparación con los aceites minerales, los aceites sintéticos tienen un índice de viscosidad más alto, mejor fluidez, mayor resistencia al envejecimiento, menos volatilidad, mejores propiedades antifricción y mayor resistencia a la deformación por cizallamiento.
Paso 3
Los aceites sintéticos también se pueden distinguir por la ausencia de problemas durante el arranque en frío del motor, un consumo de combustible y lubricación más económico, una protección confiable contra los depósitos de alta temperatura.
Los aceites sintéticos llegan más rápido a las piezas del motor después de un arranque en frío, lo que garantiza un menor desgaste.