Nadie puede influir en las condiciones meteorológicas. Por lo tanto, la situación en la que la lluvia toma por sorpresa a los automovilistas en un viaje largo no es nada infrecuente. ¿Cómo comportarse en condiciones climáticas adversas, a qué prestar atención y qué ayudará a evitar problemas?
Los mayores problemas en la carretera pueden estar provocados por fenómenos naturales como la lluvia o la niebla, peor si se combinan ambos. El mayor peligro lo representa la carretera inmediatamente durante e inmediatamente después de la lluvia, el contacto con la carretera se reduce notablemente, el automóvil se vuelve más difícil de conducir y las gotas de lluvia y las salpicaduras de debajo de otros automóviles reducen significativamente la visibilidad.
Lo primero que se requiere del conductor en tiempo de lluvia es reducir la velocidad, porque conducir sobre asfalto mojado se asemeja a conducir sobre hielo.
Naturalmente, el nivel de peligro depende directamente de la intensidad de la lluvia, si en la carretera el conductor tiene que enfrentarse a un fuerte aguacero, la solución más razonable sería detener el automóvil y esperar el mal tiempo.
Si no puede interrumpir el viaje, debe tener cuidado con un fenómeno como el "aquaplaning". Su esencia radica en el hecho de que cuando llueve mucho, la calzada se sumerge por completo y el automóvil simplemente pierde adherencia. No es difícil notar esto, la primera señal de que la situación está cerca de ser crítica es que el volante se vuelve muy ligero y gira casi sin esfuerzo. Habiendo sentido esto, no debe recurrir a un frenado brusco, es mejor reducir la velocidad suavemente y esperar hasta que los neumáticos atraviesen la capa de agua y se agarren al asfalto.
Vale la pena tener cuidado con los charcos en la carretera. Los baches pueden ocultarse debajo de ellos, y el paso incluso de un pequeño obstáculo de agua a alta velocidad puede afectar significativamente el manejo.
La niebla representa un gran peligro para el automovilista. Al conducir con niebla, no solo hay una disminución significativa de la visibilidad, sino también una distorsión visual de la distancia a los objetos. Esto debe tenerse en cuenta al calcular la velocidad y la distancia. La mayoría de los accidentes con niebla ocurren precisamente porque el conductor simplemente no tiene tiempo de reaccionar ante el obstáculo que se ha presentado. Asegúrese de encender las luces antiniebla o las luces bajas. La luz de carretera en estas condiciones es ineficaz.
Es posible protegerse al conducir en condiciones de visibilidad limitada simplemente observando reglas banales y tomando todas las precauciones necesarias.