En invierno, el radiador del automóvil se enfría rápidamente. Una vez que un automóvil amortiguado esté afuera durante unas horas, arrancar el motor no será tan fácil. Una parrilla de radiador cerrada ayudará a mantener el calor en el sistema de enfriamiento.
Necesario
- - destornilladores;
- - llaves inglesas;
- - guantes de algodón;
- - material termoaislante;
- - desengrasante.
Instrucciones
Paso 1
Conduce el coche hasta el garaje y aplica el freno de mano. Deje que el vehículo se enfríe para evitar quemaduras al retirar la rejilla del radiador. La opción más segura es retirar la parrilla del radiador por la mañana cuando el coche está frío. Abre el capó. En la mayoría de los vehículos, se debe quitar el parachoques para quitar la rejilla del radiador. Para hacer esto, desde la parte posterior, encuentre las tuercas que sujetan los pernos, desatorníllelos. Busque los tornillos autorroscantes que sujetan el parachoques a la protección del cárter y los guardabarros. También es necesario desenroscarlos.
Paso 2
Tire suavemente del parachoques hacia usted y quítelo de las muletas. Busque los soportes de la rejilla del radiador en la parte posterior del parachoques. Por lo general, la rejilla se fija con tornillos autorroscantes o clips de plástico. Desatornille los tornillos o abra los pestillos. Retire la rejilla de las ranuras. En la parte posterior, pegue una cinta adhesiva resistente al calor. Ahora la tienda vende una gran variedad de películas en diferentes colores. Puede elegir la película para que coincida con el color de la carrocería de su automóvil, es decir, será casi invisible.
Paso 3
Enjuague bien el radiador si sus celdas están obstruidas con suciedad. Esto es necesario para garantizar un funcionamiento correcto. De lo contrario, se sobrecalentará. La instalación de aislamiento térmico en el interior del capó y los guardabarros también será de gran ayuda. Esto aumentará el tiempo de enfriamiento del motor. Desengrasa el metal. Retire la película protectora de la parte posterior de la hoja de aislamiento. Pega la hoja sobre el metal con el lado adhesivo. Coge un secador de pelo, enciéndelo a máxima potencia y calienta el aislante con movimientos suaves, mientras lo planchas con un rodillo de hierro.