La idea de instalar un motor de gasolina y uno eléctrico en el automóvil resultó ser bastante exitosa. Además, esta idea resultó ser razonable. Después de todo, no solo se ahorra combustible, sino que también se contamina menos el medio ambiente.
Instrucciones
Paso 1
Da miedo incluso pensar, pero a finales del siglo XIX, las principales esperanzas de todos los científicos estaban puestas en la electricidad como fuente de energía para los carros autopropulsados. Pero algo no creció junta, es probable que la familia Morgan no tuviera suficiente dinero para cubrir las necesidades del famoso Nikola Tesla. O puede ser que solo los motores de combustión interna resulten ser muy simples tanto en producción como en mantenimiento. Y fueron apreciados por todas las personas.
Paso 2
No es exagerado decir que todo el siglo XX es la era de los motores de combustión interna. Pero a finales de siglo, hubo una revolución en la industria automotriz. La idea de hacer una simbiosis de un generador de gasolina y un motor eléctrico atrajo no solo a los conservacionistas, sino también a las personas que quieren ahorrar en combustible. La posibilidad del nacimiento de un motor híbrido apareció solo después de que los motores de combustión interna se mejoraron y tuvieron una alta eficiencia, y en el campo de la ingeniería eléctrica, aparecieron muchos productos nuevos que permitieron mejorar el rendimiento de las máquinas y dispositivos eléctricos.
Paso 3
La esencia de un motor híbrido es que consta de dos unidades principales: un motor de combustión interna y un motor eléctrico. Además, este último realiza las funciones tanto de motor eléctrico como de generador de electricidad. Pero también hay un paquete de baterías que alimenta motores eléctricos. Un automóvil moderno, por supuesto, no irá a ninguna parte sin la electrónica moderna. Por lo tanto, el funcionamiento del sistema está controlado por una computadora especial. Después de todo, es extremadamente inconveniente cambiar manualmente de gasolina a electricidad de manera oportuna.
Paso 4
El funcionamiento del automóvil depende completamente del programa, que está incrustado en los "cerebros", en la computadora central del sistema. Por ejemplo, el arranque ocurre sin encender el motor de gasolina. Los motores eléctricos hacen este trabajo a la perfección. Pero cuando el voltaje cae por debajo del valor permitido, el motor de combustión interna arranca, pone el automóvil en movimiento y los motores eléctricos entran en modo generador y cargan las baterías. También se ha implementado la posibilidad de recuperación energética. Es decir, al frenar, se encienden los generadores, que no solo cargan las baterías, sino que también mejoran el efecto de frenado.
Paso 5
Al conducir en la carretera, hay una operación alterna del motor de combustión interna y los motores eléctricos. Los ciclos de carga y descarga de la batería se repiten muchas veces. Si se requiere un aumento instantáneo de la velocidad, por ejemplo, al adelantar, ambas unidades de potencia entran en funcionamiento, por lo que el automóvil se vuelve más ágil. Subiendo la colina, puedes ver el mismo fenómeno. Pero durante el descenso, el motor de combustión interna se apaga, ya que no es necesario. Todo esto es controlado por el cerebro electrónico, el cual determina en qué casos es necesario encender el motor de combustión interna, y en qué apagarlo, cuándo es necesario cargar las baterías y cuándo es posible retirar energía de ellos.