Muchos propietarios de automóviles se han encontrado con este problema: gira la llave en la cerradura de encendido, escucha los intentos del motor, pero se detiene inmediatamente. ¿Por qué se detiene el motor al ralentí?
En la mayoría de los casos, la causa radica en la válvula inactiva. Ábralo, después de quitar el filtro, y observe cuidadosamente el estado del chorro. Debe estar limpio. Incluso puedes soplarlo: si pasa el aire, entonces todo está en orden.
Si el problema persiste, lo más probable es que la razón se deba a pequeños escombros. Para deshacerse de él, simplemente arranque el motor sin válvula. Al desenroscar la válvula y arrancar el motor, purgará el sistema de los escombros. Luego, vuelva a atornillar la válvula e intente arrancar el motor nuevamente.
Sin embargo, también puede suceder que después de purgar la válvula, el motor aún se pare al ralentí. En este caso, retire el cable de la válvula y compruebe: ¿hay algún voltaje? Esto es fácil de hacer: golpee la válvula varias veces con un cable. Si hay una chispa, también hay tensión. Solo quedaba una opción: la destrucción (seguida del reemplazo) de la válvula interna.
Desatornille la válvula inactiva, retire el chorro y busque un tubo pequeño. Trate de sacarlo, y si no funciona, simplemente rómpalo. Ahora el coche arrancará seguro.
Por supuesto, la última opción no resuelve completamente el problema: habrá que reemplazar una válvula rota. Y no te demores con esto: al motor no le gusta cuando no está vigilado.
¡Buena suerte en la carretera!