Al abordar un minibús taxi, los pasajeros a menudo se enfrentan al problema de abrir las puertas. Esto es especialmente cierto para los ancianos, las madres con niños y los hombres adultos sanos que no siempre lo afrontan fácilmente. El mal funcionamiento de las puertas del minibús y la falta de atención de los pasajeros a menudo conducen a resultados desastrosos.
Instrucciones
Paso 1
Nunca intente abrir la puerta desde el interior hasta que se detenga por completo. No importa lo atascada que esté, la puerta se puede abrir en el momento más inoportuno y te encontrarás en la acera antes de darte cuenta de lo que pasó.
Paso 2
Usa las leyes de la física para abrir la puerta de la ruta. El coche frena siempre muy bruscamente, aprovéchalo. Primero, la máquina se mueve un poco hacia adelante y luego se inclina bruscamente hacia atrás. En este punto, simplemente haga clic en la manija y empuje la puerta. Pero nunca intentes abrir la puerta en el mismo momento de inercia, no podrás hacer frente al coloso.
Paso 3
Si la puerta aún no se abre, pídale a uno de los pasajeros que lo observan cuidadosamente que lo ayude a salir. En casos extremos, si no hay nadie además de usted, el conductor tendrá que hacer esto.
Paso 4
Si no ha pagado al conductor al abordar, hágalo antes de que se abra la puerta. La puerta del minibús es bastante pesada y, muy a menudo, al intentar pagar "en la puerta", los pasajeros se rompen los dedos e incluso los brazos.
Paso 5
La mayoría de las veces, la puerta no se fija cuando se abre. Al salir del minibús, tenga cuidado, agárrese de la barandilla y no de la puerta, que puede "salir" con usted.
Paso 6
Al salir, asegúrese de ver si alguno de los pasajeros lo sigue. Al cerrar la puerta sin prestar atención, ahora corre el riesgo de romperle los dedos a su vecino. Al cerrar la puerta, no se acerque demasiado a ella, ya que el minibús puede moverse repentinamente. Si no puedes cerrarlo desde fuera, da un paso atrás, siempre habrá alguien que lo hará desde dentro, porque el resto de pasajeros necesitan llegar a su destino sin bajas y lo más rápido posible.